Caminar es un ejercicio simple con el que lograr significativos beneficios para la salud. Hacerlo además tras una comida se vincula a mejores digestiones. Según la ciencia una caminata de 15 minutos tras comer reduce los niveles de azúcar en sangre y disminuye el riesgo de sufrir diabetes de tipo 2.

Nuevas evidencias científicas señalan que, incluso invirtiendo mucho menos tiempo, se pueden obtener resultados similares. Tras analizar estudios anteriores, la investigación publicada en la revista Sports Medicina concluye que de 2 a 5 minutos de caminata ligera después de una comida pueden ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre.

Mantener estos niveles estables es clave para las personas con diabetes. De lo contrario tendrán un mayor riesgo de complicaciones graves, como enfermedades cardíacas, enfermedades renales y pérdida de la visión.

Para quienes no padecen esta afección, los picos de azúcar no solo hacen que los niveles de glucosa varíen ampliamente a lo largo del día o se sientan sin fuerzas tras cada comida. Además, pueden hacer engordar con más facilidad y, a la larga, generar problemas de salud.

Los investigadores analizaron los resultados de 7 estudios en los que se comparaban los efectos de sentarse frente a estar de pie o caminar en factores relacionados con la salud del corazón, incluidos los niveles de insulina y azúcar en la sangre.

En 5 de ellos, ninguno de los pacientes tenía prediabetes o diabetes tipo 2. A todos los participantes, mayores de 18 años, se les pidió que se pusieran de pie o caminaran durante unos 5 minutos cada 20 o 30 minutos a lo largo del día.

Las breves interrupciones frecuentes al levantarse atenuaron significativamente la glucosa respecto a quienes estuvieron sentados mucho tiempo. También se halló que caminar con poca intensidad tuvo un impacto positivo mayor. Cuando los participantes dieron un paseo corto, sus niveles de azúcar en la sangre subieron y bajaron de forma más gradual.

El motivo se debe a que caminar de forma ligera requiere un mayor esfuerzo de los músculos que permanecer de pie. También un uso del combustible (glucosa) de los alimentos en un momento en que circula mucho en el torrente sanguíneo.

Aunque salir a andar es siempre una actividad beneficiosa, los expertos apuntan que hacerlo dentro de los 60 a 90 minutos después de una comida es especialmente útil para regular el azúcar en la sangre, «ya que es cuando los niveles tienden a alcanzar su punto máximo».

«Moverse incluso un poco vale la pena y puede conducir a cambios medibles, como demostraron estos estudios, en los marcadores de salud», señala en The New York Times, el doctor Euan Ashley, cardiólogo de la Universidad de Stanford (EEUU) que no participó en el estudio.

Si no te apetece salir a pasear, realizar tareas sencillas del hogar o buscas otras formas simples de mover el cuerpo, también pueden servir para conseguir este efecto beneficioso para tu la salud.

Fuente: businessinsider.es